Si tu bebé es menor de un año posiblemente no perciba tu ausencia. Sin embargo, si el niño es un poco mayor puede sentirse inseguro y tener miedo en el momento de la despedida.
Para que asimile este proceso, el padre o la madre puede hablar previamente con el bebé o niño, explicarle que va a empezar a ir a la guardería y enfocar el tema de forma positiva. Por ejemplo, contarle que va a conocer a otros bebés y niños, y que podrá jugar con ellos... Este es un paso importante para conseguir normalizar el proceso y quitarle dramatismo a la situación.
Otro recurso útil es darle algún juguete que le aporte seguridad y que le permita establecer un vínculo de apego con su casa y su familia mientras esté fuera.
EL MOMENTO DE LA DESPEDIDA DEL BEBÉ EN LA GUARDERÍA
El momento de la despedida suele ser el más difícil, tanto para las madres como para los bebés y niños, por lo que te recomendamos que le trasmitas seguridad con frases como “vas a pasarlo muy bien” o “jugarás como lo hacemos en casa pero será aún más divertido”, etc.
También puedes abrázarle para que sienta tu apoyo, pero no alargues demasiado este momento, ya que generaría más preocupación al niño. Recuerda que si te ve triste se dará cuenta y dará pie para que él también lo esté. Es importante que te vea tranquila y segura.
CUANDO RECOGEMOS AL BEBÉ EN LA GUARDERÍA
Cuando llega el momento de recoger al bebé o niño es importante mostrarle toda tu atención, que te cuente con detalle lo que ha hecho, quiénes son sus compañeros, a qué ha jugado, etc. En este sentido, es positivo que el bebé o niño entienda que ir a la guardería no es tan diferente de lo que hace en casa y que igual que sus padres tiene que ir a trabajar, él también tiene sus obligaciones.
Dedícale mucho tiempo los primeros días y prepara por la tarde la vuelta al día siguiente para que cada mañana no se convierta en un disgusto, anticípale que mañana harás lo mismo, prepararás la ropa que se pondrá, las cosas que llevará, etc.
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