domingo, 13 de junio de 2010

COMO AYUDAR A TU BEBE A AFRONTAR ESOS PRIMEROS DIAS SIN USTEDES?





Si tu bebé es menor de un año posiblemente no perciba tu ausencia. Sin embargo, si el niño es un poco mayor puede sentirse inseguro y tener miedo en el momento de la despedida.



Para que asimile este proceso, el padre o la madre puede hablar previamente con el bebé o niño, explicarle que va a empezar a ir a la guardería y enfocar el tema de forma positiva. Por ejemplo, contarle que va a conocer a otros bebés y niños, y que podrá jugar con ellos... Este es un paso importante para conseguir normalizar el proceso y quitarle dramatismo a la situación.



Otro recurso útil es darle algún juguete que le aporte seguridad y que le permita establecer un vínculo de apego con su casa y su familia mientras esté fuera.



EL MOMENTO DE LA DESPEDIDA DEL BEBÉ EN LA GUARDERÍA




El momento de la despedida suele ser el más difícil, tanto para las madres como para los bebés y niños, por lo que te recomendamos que le trasmitas seguridad con frases como “vas a pasarlo muy bien” o “jugarás como lo hacemos en casa pero será aún más divertido”, etc.



También puedes abrázarle para que sienta tu apoyo, pero no alargues demasiado este momento, ya que generaría más preocupación al niño. Recuerda que si te ve triste se dará cuenta y dará pie para que él también lo esté. Es importante que te vea tranquila y segura.





CUANDO RECOGEMOS AL BEBÉ EN LA GUARDERÍA



Cuando llega el momento de recoger al bebé o niño es importante mostrarle toda tu atención, que te cuente con detalle lo que ha hecho, quiénes son sus compañeros, a qué ha jugado, etc. En este sentido, es positivo que el bebé o niño entienda que ir a la guardería no es tan diferente de lo que hace en casa y que igual que sus padres tiene que ir a trabajar, él también tiene sus obligaciones.



Dedícale mucho tiempo los primeros días y prepara por la tarde la vuelta al día siguiente para que cada mañana no se convierta en un disgusto, anticípale que mañana harás lo mismo, prepararás la ropa que se pondrá, las cosas que llevará, etc.

LA FOBIA ESCOLAR





Cuando los niños presentan un rechazo prolongado a acudir a la escuela:



La fobia escolar se refiere al rechazo prolongado que un niño experimenta al acudir a la escuela por algún tipo de miedo. Un miedo que puede estar relacionado con factores como la escolaridad (miedo al maestro, bajo rendimiento escolar, problemas con compañeros); los sucesos vitales negativos (enfermedad prolongada, ruptura de la unión familiar); la ansiedad de separación de los padres (negativa a separarse de la madre), bien como a otros agentes.


No siempre que llora el niño cuando tiene que ir al colegio se trata de fobia escolar, por eso hay que diferenciarla de lo que llamamos rechazo escolar, cuando existe una decisión consciente por parte del niño de negarse a ir al colegio, que nada tiene que ver con la ansiedad que le produce la fobia escolar.




Los primeros síntomas de una fobia escolar son:

- Síntomas fisiológicos: sudoración de la manos y el cuerpo, tensión muscular elevada, vómitos, diarrea, alteraciones en la alimentación y en el sueño.



- Síntomas cognitivos: Temor a todo lo relacionado con estar en el colegio sin poder especificar a qué. Lo llamativo es que el temor desaparece cuando llega del colegio y reaparece al día siguiente cuando debe partir hacia él.


- Síntomas en el comportamiento: conducta negativa. Monta un escándalo si se le obliga a vestirse, desayunar, etc., grita, llora y si se le hace permanecer en clase su conducta es muy perturbadora.





Diagnóstico y tratamiento de la fobia escolar


Cuando el niño emite y repite estos síntomas al menos por unos 6 meses, necesitará de una atención especial e incluso de una terapia para evitar posibles repercusiones en sus estudios y en la realización de sus tareas escolares. Los niños, a diferencia de los adultos, no reconocen la situación como irracional.


Antes de cualquier tratamiento psicológico se debe acudir al pediatra para que se descarte que dichos síntomas no estén relacionados con algún problema fisiológico. Y cuando se ha descartado la existencia de problemas de este tipo, será el psicólogo el encargado de diagnosticar y tratar la fobia escolar en base a unos parámetros específicos.



En cuanto a los padres que se encuentran en esta situación, pueden seguir algunas recomendaciones:




- Hable con su hijo, con sus hermanos, sus amigos y sus maestros;


- Que el niño se vaya incorporando al colegio poco a poco;


- Intente que alguien del colegio recoja al niño en la puerta y le acompañe a la clase;


- Intente que el niño acuda a una clase en la que tenga amigos o su profesor sea de confianza para él;


- Es bueno acudir a la escuela en horas en que no haya clase para que se familiarice con el centro;- Recompense al niño con su atención;


- Establezca un sistema formal de recompensas;


- Ignore los comentarios negativos del niño sobre el centro y la escolaridad y nunca los fomente con sus opiniones;



- Haga que el niño lleve una rutina diaria a nivel de horarios y normas;- Fomente las amistades escolares para que se establezcan también fuera del centro escolar.